Tal vez tengas dos gatos desde hace tiempo. Todo parecía estar bien al principio. Entonces, de repente, las cosas cambiaron drásticamente. Las pequeñas charlas de cariño se han convertido ahora en una guerra total. Una de sus mascotas es claramente la instigadora, causando problemas a cada paso. Entendemos lo molesto que puede ser esto. Afortunadamente, existen soluciones que pueden ayudar a devolver la calma a su hogar.

Es esencial entender qué hay detrás del comportamiento no deseado. Esto puede proporcionarle valiosas pistas para dejar atrás la travesura. Empecemos con un poco de psicología felina y la historia evolutiva de la especie.

Antes de empezar

Los felinos suelen ser animales solitarios, excepto en la época de celo. Las excepciones más notables son los leones y los gatos salvajes. Forman asociaciones de distinto grado. De lo contrario, se recomienda que los felinos se valgan por sí mismos. Esto les facilita la caza. Este es un punto crucial, ya que los gatos no siempre tienen éxito en esto. Un leopardo sólo puede abatir una presa el 38% de las veces. Un león tiene suerte en 25%.

Componente genético

Otra cosa que hay que entender es que la agresividad está arraigada en los gatos domésticos y forma parte de su ADN. Existen 73 razas diferentes de gatos reconocidas por la Asociación Internacional de Gatos (TICA). Cada una de ellas tiene personalidades diferentes, desde el carácter distante del Cornish Rex hasta el temperamento alegre y optimista del gato Ragdoll.

Un estudio de la Universidad de Helsinki analizó siete rasgos de personalidad de más de 4.300 gatos, incluida la sociabilidad entre ellos. Los investigadores descubrieron que los gatos birmanos y los siameses son los más propensos a llevarse bien con otros felinos. Curiosamente, había varias correlaciones entre esta lista de razas y la sociabilidad entre los humanos.

En el otro extremo del espectro, las razas turcas Van, Abisinia y Maine Coon eran menos amistosas con otros gatos. La conclusión es que otros factores pueden estar influyendo en su mascota. Sin embargo, la cosa no acaba ahí. Los investigadores también descubrieron que las hembras, los gatos más viejos y los más asustadizos eran más propensos a ser menos sociables con otros felinos.

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Impacto medioambiental

La forma en que un gato ha sido criado también juega un papel clave en la agresividad. Pueden ser cosas como la exposición a otras mascotas y a los humanos. Esto también tiene un componente genético, ya que razas como el azul ruso y el gato doméstico son más propensas a tener miedo a las situaciones nuevas, según los resultados del estudio mencionado. El destete es otro factor que puede influir en la agresividad.

Otro estudio de la Universidad de Helsinki descubrió que los gatitos destetados con menos de 12 semanas tenían más probabilidades de ser agresivos que los de 14 semanas. Estas pruebas son un argumento convincente para adquirir una mascota mayor en lugar de una más joven. Estos datos nos dicen que entran en juego muchos elementos sobre los que no tienes control para cambiar. Sin embargo, eso no significa que todo esté perdido.

1. Distrae a tus gatos.

La agresión puede ser un hecho puntual por cualquier motivo. Sin embargo, es esencial no castigar a sus gatos por hacer lo que probablemente es natural para ellos. En su lugar, distráigalos lanzándoles un juguete. Haga funcionar el factor sorpresa, junto con la curiosidad de su felino por algo nuevo. Es imprescindible mantenerse al margen de la pelea y encontrar otra forma de frenar antes de que uno de ellos salga herido.

2. Dé a cada mascota su espacio

Parte de ser un animal solitario es que quieres tus cosas. No es diferente con los gatos. Prefieren su rascador, sus juguetes, su caja de arena y, por supuesto, su propio cuenco de comida. La forma más segura de que todos estén contentos es asegurarse de que tienen sus cosas, preferiblemente en lugares diferentes. Una vez que el gato ha jugado con algo o lo ha utilizado, probablemente se dará cuenta de que le pertenece

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3. Establezca diferentes zonas de alimentación

La comida suele ser la fuente de muchos conflictos entre las mascotas. Por eso es imprescindible que los cuencos de comida estén separados. A veces es necesario alimentar a sus gatos en habitaciones separadas. Sin embargo, puede que no sea un gran problema si hay espacio entre ellos. Te sugerimos que lo conviertas en una rutina. Cada gato debe tener su propio lugar donde poner siempre su comida.

Una vez que las mascotas hayan aprendido el ejercicio, probablemente se irán a su sitio y dejarán a los demás solos. Sin embargo, se recomienda estar atento para asegurarse de que el acosador no está intentando intimidar al otro.

4. Dé a sus mascotas la atención que desean de usted

Sabemos que los gatos se encariñan con sus dueños e incluso pueden compartir su territorio a su manera. En lugar del plato de comida, tu mascota podría pelearse por ti. Por eso es esencial dar a cada uno la atención que desea. Es imprescindible que cada mascota disponga de su propio tiempo y que no infrinja el tiempo de ningún otro gato. Lo mejor que puedes hacer con un acosador es desbaratar su comportamiento si se vuelve agresivo.

5. Premia el buen comportamiento

Ya mencioné antes lo de no castigar a tus gatos por actuar, bueno, como gatos. El refuerzo positivo es una forma mucho mejor de frenar el comportamiento no deseado. Recuerde que una mascota que busca atención puede ver el lado negativo de la misma para conseguir lo que quiere de todas formas. Por eso es fundamental premiar el buen comportamiento y no el malo. Unas pocas palabras de elogio o una recompensa cuando las mascotas se llevan bien irán más lejos que los gritos.

6. Romper las discusiones con un ruido fuerte

Si las cosas se ponen difíciles entre el acosador y su víctima, la mejor manera de detenerlo es con un ruido fuerte. Es otra forma de distracción que redirige al acosador para que comprenda lo que acaba de suceder. No se recomienda utilizar una botella de spray para detener las peleas. Esto es un castigo en otra forma. Puedes descargarte una aplicación de bocina de aire para tu smartphone que lo dejará claro.

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7. No fomentar el mal comportamiento

Es esencial evitar fomentar inadvertidamente el comportamiento del acosador. Incluso un empujón puede cruzar la línea hacia una pelea en toda regla en un abrir y cerrar de ojos. Esté atento a las señales de que el juego se ha estropeado, como las miradas fijas, el seguimiento y otros actos agresivos. Es un buen momento para crear una distracción o lanzar un juguete antes de que las cosas empeoren.

8. Aumentar la estimulación mental

A veces el aburrimiento está detrás del comportamiento del acosador. Para añadir un poco de emoción, su gato se pelea con otra mascota. Proporcionar juguetes interactivos es una gran manera de proporcionar estimulación mental de una forma aceptable. Sugerimos adquirir varios tipos diferentes y cambiarlos periódicamente. Su gato lo encontrará algo nuevo después de un tiempo de inactividad.

9. Saca la artillería pesada

Otro método eficaz es utilizar un spray o difusor de feromonas. Estas señales químicas envían un mensaje claro a todos los matones que puede evitar que su gato declare la guerra a otras mascotas de la casa. Los felinos actúan instintivamente sobre lo que detectan. Estos productos actúan rápidamente, sin que usted pueda detectar el olor.

Reflexiones finales

El comportamiento agresivo suele ser una señal de que algo va mal, ya sea la falta de atención o la estimulación mental. Si estas sugerencias no ayudan, te sugerimos que hables del problema con tu veterinario. A veces, el culpable es un motivo médico. Otras veces, los consejos de un conductista pueden ayudar con las mascotas problemáticas.